Este vino, aunque tiene un alto contenido en azúcar, no resulta para nada empalagoso, debido al equilibrio existente entre la azúcar, la acidez y las sustancias polifenólicas.
Nuestro Pedro Ximénez 1730 es un magnifico ejemplo de lo que debe ser un Pedro Ximénez de Jerez, es una joya, fruto de años de envejecimiento en botas de roble americano.