El vino descansa ordenado según sus distintos grados de vejez. Las botas se alinean en hileras de tres o cuatro alturas, cada una de las cuales constituye una escala.
La hilera de botas más cercana al suelo recibe el nombre de “solera” y contiene el vino más viejo.
Sistema dinámico
Cada año se saca de la solera una pequeña proporción para embotellar, que se repone con la misma cantidad de la escala inmediatamente superior, denominada “primera criadera” y que contiene un vino algo más joven; la primera criadera se repone con la misma cantidad de la “segunda criadera”, que a su vez contiene un vino aún más joven; y así sucesivamente hasta llegar a la última criadera, que se repone con una cantidad del vino sobre tablas vendimiado en la última cosecha.
Las sacas
En Álvaro Domecq realizamos entre tres y cuatro “sacas” anuales a los vinos de crianza biológica, ya que el proceso de sacas y rocíos favorece el proceso de crianza.
Para los vinos de crianza oxidativa, Olorosos, Amontillados, Palo Cortados, Cream y Pedro Ximénez, se realiza una única saca anual, para dejarlos descansar y envejecer.